En el lenguaje cotidiano es frecuente la utilización de vocablos provenientes del idioma inglés que se usan indistintamente entre los hablantes nativos. En Lengua y Literatura se llama Anglicismos a estas palabras de origen anglosajón que usamos en nuestro idioma. Algunas personas me han dicho: Bueno y ¿qué tiene de malo? yo sí los usos. Lo que tiene de malo, para un defensor de la lengua materna como yo, es que muchas de esas palabras tienen su debida traducción a nuestro idioma y que muchos usuarios no saben que son de origen inglés, y mucho menos, como se escriben o se pronuncian correctamente.
Llama la atención que en los últimos años se ha observado la tendencia en algunos padres de poner nombres a sus pequeños hijos de artistas o deportistas famosos, muchos de ellos de Estados Unidos como Michael Jordan o Britney Spears por citar dos. Y así tal como lo escuchan, lo escriben en la partida de nacimiento: Maikel o Maiquel, Yordan o Llordan, Britni y cosas así por el estilo.
Conviene saber o tomarse la molestia de averiguar cuando usamos una palabra extraña, el orígen de esa palabra, ya que hay muchos compatriotas que dicen que el idioma inglés es muy difícil de aprender y sin embargo en su conversación diaria constantemente están usando palabras tales como: "cool" en lugar de "fresco", " light" en vez de "ligero", "full" para decir "lleno" y pare usted de contar.
Creo que es necesario revisarnos. ¿Manejamos correctamente el español?, es la pregunta que debemos hacernos. Si la respuesta es negativa es muy difícil que tengamos éxito en el aprendizaje de otro idioma.
Es el mayor problema que he detectado con los participantes de mis cursos, que no distinguen en su propio idioma lo que es un sujeto de un verbo, que no conjugan correctamente, que no diferencian los tiempos verbales, que cometen demasiados errores ortográficos. Es difícil, por no decir imposible, aprender un segundo idioma si el idioma materno está tan en malas condiciones.